25 de enero de 2008

“2001: Odisea del Espacio” de Stanley Kubrick

2008: La Odisea no termina


Una de las grandes películas de ciencia ficción de nuestra época, y posiblemente la más alucinante travesía audiovisual mostrada a través de viajes espaciales y la evolución del ser humano. Con una estructura narrativa clásica, el viaje comienza con el despertar de los primeros hombres, sigue con el hombre en conquista de la Luna y los alrededores de la Tierra para terminar con una odisea a Júpiter que lleva más allá del tiempo y el espacio conocidos. La idea que se plantea aquí es la de momentos claves para la evolución humana con la ayuda de un monolito de origen desconocido que conduce a dar un paso más allá.



Un despliegue de hermosas tomas desde el despertar del hombre con planos abiertos de paisajes despejados, nubes teñidas de colores y grandes cañones que dan la sensación de un mundo puro y nos muestran a los primeros grupos de homínidos en su hábitat, hasta que aparece el monolito y descubren el uso de las herramientas, creo que todos recordarán la imagen épica de un hueso girando por los cielos acompañada por la melodía de Richard Strauss "Así habló Zaratustra", y que salta a la imagen de una nave girando en el espacio en un corte magnífico.

El deleite visual continúa con las tomas de la tierra, la luna y las naves espaciales girando que orquestan una danza al ritmo del “Danubio Azul” de Johann Strauss, así mismo el imaginario espacial y tecnológico de las naves espaciales por dentro y por fuera es de una creatividad rebosante y visionaria. La geometría de las formas que llenan el espacio y la simetría de los elementos en los planos hacen de la experiencia de ver “2001…” algo totalmente distinto a ver otra película de ciencia ficción. A esto aporta que las tomas sean largas, que exista poco texto, que se utilicen los silencios y que la cámara divague por el espacio captando unos ángulos imposibles en la Tierra.

Un punto aparte lo constituye la música compuesta por György Ligeti que cubre de misterio la aparición del monolito y se siente como una masa sonora que crea una atmósfera de incertidumbre y que mientras más se acerca al objeto, estos coros sostenidos aumentan su intensidad hasta el grado de angustia. La aparición de esta música condiciona al espectador a imaginar una presencia, sino extraterrestre, muy misteriosa.



2001 se podría haber quedado en ser una odisea visual a través del espacio, con la validez de una puesta en escena absolutamente creíble, sin embargo, va más allá introduciendo una figura del mal. Hal 9000, el robot encargado de velar por el viaje a Júpiter se transforma en uno de los malvados más recordados de esta época, planteando ya en 1968 los peligros de la inteligencia artificial. La escena donde asesina fríamente a los indefensos tripulantes en hibernación es terrorífica. Y cuando el único tripulante vivo lo desconecta, Kubrick logra darle una humanidad desconocida para las máquinas.

El conjunto que forma el extenso metraje, la increíble fotografía, los asombrosos efectos especiales, el adecuado uso de los silencios y la música que acompaña esta odisea, además de un final sobrecogedor con un despliegue de colores y formas alucinantes que simbolizan un viaje a los misterios más profundos del ser humano, convirtiéndose en un final abierto de antología que involucra al espectador al incitarlo a sacar sus propias conclusiones, hacen de “2001: odisea del espacio” una obra fundamental en la historia del cine que sigue siendo futurista, situando a Stanley Kubrick en la categoría de maestro de su tiempo.



Ficha Técnica:

Dirección: Stanley Kubrick
Guión: Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke
Director de Fotografía: Geoffrey Unsworth B.S.C.
Fotografía Adicional John Alcote
Música:
Aram Khatchaturian: Gayaneh Ballet Suite
György Ligeti: Atmospheres, Lux Aeterna, Réquiem
Richard Strauss: Así habló Zarathustra
Director de Arte: John Hoesli
Editor de Sonido: Winston Ryder
Efectos fotográficos especiales: Diseñados y dirigidos por Stanley Kubrick
Edición: Ray Lovejoy



22 de enero de 2008

Cuando la verdad duele

“Redacted” de Brian DePalma

Corría el año 1989, en ese entonces estaban de moda las películas sobre la guerra de Vietnam, “Platoon” de Oliver Stone había salido hace un par de años, lo mismo que “Full Metal Jacket” de Stanley Kubrik y ese año debutaba “Casualties of War” de Brian De Palma, también conocida como “Pecados de Guerra”, donde se mostraba sin tapujos la suciedad de la guerra al contar la historia del secuestro, violación y posterior asesinato de una adolescente vietnamita. Michael J. Fox, interpretando a uno de los soldados, fue el único que se opuso a participar de uno de los actos más viles del ser humano enfrentándose a compañeros intrínsicamente malvados. Ahora en “Redacted”, los villanos vuelven a ser los soldados estadounidenses y en consecuencia la política exterior de ocupación de los Estados Unidos y sus consecuencias en la población iraquí.